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Crónica de transformación personal y comunitaria protagonizada por Yarlis Ortiz, una mujer de Cartagena que pasó de vendedora informal en las playas a ser proveedora de flores comestibles para la alta cocina local. El texto relata cómo, con el apoyo de la Fundación Granitos de Paz, su patio se convirtió en un jardín comestible modelo de sostenibilidad y dignidad, inspirando a decenas de familias.

Crónica personal que narra la experiencia de vivir en Edmonton, Canadá, una de las ciudades más frías del mundo. La autora combina descripción sensorial, aprendizaje vital y admiración por las culturas adaptadas al frío extremo, a través de una relación ambivalente con el invierno canadiense. Un texto que conecta lo emocional con lo climático, lo vivido con lo reflexionado.

Crónica vivencial desde el corazón del altiplano boliviano que entrelaza ritualidad, folclore, gastronomía y pertenencia. A través de una narración intensa y multisensorial, el autor describe su inmersión en la celebración del viernes de ch’alla en Oruro, desde las minas hasta la mesa, donde compartir una cabeza de vaca asada se convierte en acto de comunión cultural y emocional.

Carta de cierre honesta y profunda, donde la autora comparte su tránsito del mundo profesional arquitectónico al periodismo de viajes, enfrentando miedos, dudas y desafíos personales. Con una mirada crítica sobre el turismo, la autoexigencia y el papel de las redes sociales, Patricia reivindica una forma de narrar el mundo comprometida, sensible y ética. Una despedida que es también un manifiesto de transformación personal y profesional.

Carta profundamente reflexiva que transmite, con honestidad y oficio, los aprendizajes del autor durante su paso por el máster. Desde experiencias personales en comunidades remotas hasta cuestionamientos éticos sobre el turismo y la narrativa, el texto plantea una hoja de ruta emocional y profesional para quienes se inician en el periodismo de viajes. Una invitación a narrar desde el respeto, la implicación y la ternura.

Carta escrita desde un viaje en Salina (Italia) que funciona como manifiesto personal y profesional. La autora reflexiona sobre su transición hacia un periodismo de viajes más ético, consciente y profundo, tras más de 25 años viajando. El texto aborda el cambio de mirada, la responsabilidad de narrar el mundo con respeto, y el valor del máster como catalizador de transformación personal y profesional. Una pieza luminosa y honesta para futuras generaciones.

Carta de cierre personal y emotiva en la que la autora narra su tránsito desde el mundo corporativo al periodismo de viajes. Con una voz honesta y poética, reivindica la escritura sensorial, la escucha activa y la ética en la narración. Una despedida que es también una bienvenida para quienes se inician, con llamados a la reflexión sobre el rol del periodista de viajes en un turismo más justo, diverso y consciente.

Carta de cierre dirigida a los futuros periodistas de viajes, en la que se invita a abrazar la duda, la escucha activa, la implicación ética y la responsabilidad narrativa. A partir de experiencias personales con comunidades indígenas y del recorrido formativo dentro del máster, la autora (o autor) plantea una visión crítica y transformadora del periodismo de viajes, alejada del consumo y enfocada en el respeto, la intención y el compromiso con el mundo.

Carta inspiradora dirigida a las futuras generaciones de periodistas de viajes, en la que el autor comparte aprendizajes personales, llamados éticos y una invitación sincera a narrar desde la autenticidad, la sensibilidad y el respeto. Con un tono cálido y honesto, el texto propone una brújula profesional basada en la escucha, la profundidad y la responsabilidad narrativa, frente a los desafíos actuales del turismo masivo y superficial.

Carta de cierre profundamente reflexiva y emocional que resume el aprendizaje, los desafíos y las transformaciones personales vividas durante el máster. La autora invita a practicar un periodismo de viajes más lento, ético y consciente, que se aleje del consumo rápido y se acerque a la escucha, la duda, la presencia y la responsabilidad. Un texto que funciona como legado para futuras generaciones de narradores de viaje.