Por Karla Johan Lorenzo.
Estimados hoy quiero contarles mi historia y como la vida fue marcando mi camino hacia el periodismo gastronómico y la crítica gourmet.
Nací en Misiones, Argentina, y crecí en el entorno de una agencia de turismo. Desde muy pequeña mis padres nos llevaban a mí y a mi hermano a sus viajes de prueba. El objetivo era degustar las comidas del lugar, los servicios de los hoteles, y las excursiones que luego las venderían en sus paquetes turísticos. Todo esto me inspiró a estudiar turismo en la Universidad Nacional de mi provincia, pero justo ese año 1996 las inscripciones estaban cerradas porque iban a restructurar las materias de esa carrera. Causalidad de la vida, como suelo llamar a estas situaciones me obligaron a buscar rápidamente en otra opción. En ese entonces mi abuelo materno, que vivía seis meses en Argentina y seis meses en Canadá, estaba regresando a Vancouver. Él supo mi situación y no dudó en invitarme a acompañarlo y radicarme por lo menos por un año con él para estudiar inglés y conocer la cultura de ese maravilloso país. Con el apoyo de mi familia, salí de Leandro N. Alem, una ciudad de cincuenta mil habitantes en el norte de mi país hacia Vancouver una ciudad de dos millones de habitantes, considerado como uno de los mejores destinos para vivir en el mundo. Esa experiencia transformó mi vida para siempre, nunca regresé a Misiones ni trabajé en la empresa familiar, pero en cambio la vida me mostró otro camino hacia mi pasión por los viajes.

En Canadá había conocido la profesión de hotelería, algo muy incipiente en Argentina, así que a mi regreso tenía claro que quería estudiar Administración en Empresas Hoteleras y Gastronómicas en Buenos Aires. Mientras cursaba la licenciatura me crucé con Marina Beltrame, la primera maestra Sommelier de la Argentina y propietaria de la Escuela Argentina de Sommeliers. En el año 2003 me embarqué en el apasionante desafío de estudiar la Sommellerie. Como me dijo el periodista gastronómico Fernando Vidal Buzzi, cuando era su asistente en los cursos de vinos, un buen profesional se hace después de degustar vinos y bebidas durante 25 años…aquí estoy habiendo superado ya ese plazo.
También la vida me dio la oportunidad, en el año 2007, de conocer a Martín Cuccorese uno de los periodistas gastronómicos más respetado de Argentina de esa época. Mi admiración hacia él era enorme, así que acepté su generosidad para enseñarme a hacer crítica gourmet. En esa época era muy valorada esa profesión ya que no existían todavía los actuales influencers. Recuerdo sus palabras, y su enseñanza en cada plato que fuimos degustando. Su legado me dejó una huella enorme en mi profesión y en mi vida personal.
Luego seguí el camino de la escritura, publicando dos libros, “El libro de la Yerba Mate”, una guía con fichas de cata de diferentes marcas comerciales de yerba mate y maridaje así como la historia y elaboración de nuestra infusión nacional en Argentina. Después, animada por mi editorial, publiqué mi segundo libro sobre gastronomía “Beber y Comer en Argentina”. Ambos libros ganaron el premio Gourmand Awards, que son como los oscars en la gastronomía, entregados en Paris y China, respectivamente. El año pasado, ya radicada en Portugal me crucé en las redes con el Master de Periodismo Gastronómico de la escuela STJ (School of Travel Journalism), eso fue como un llamado al alma. Hoy siento que haber realizado este Master me dio la oportunidad de comenzar esta aventura periodística, para poder unir todos los conocimientos adquiridos durante estos años.
Sabemos que vivir de esta profesión no es una tarea fácil, pero estoy convencida que si amamos lo que hacemos, y contamos con las herramientas necesarias como las adquiridas en este Master, el camino puede ser más fácil de transitar. Estar frente a un plato de comida tiene el objetivo principal de alimentarnos, pero para un periodista gastronómico es una oportunidad única que tenemos en cada bocado. Algunos platos maridan a la perfección con sus ingredientes, guarniciones y las bebidas sugeridas por un Sommelier, y otros nos dejan pensando cómo podríamos mejorar la experiencia.
En mi caso personal haber realizado este Master me permitió ensamblar la pasión por viajar heredada de mi familia, mi pasión por las bebidas, y por supuesto la curiosidad de conocer la cultura de cada lugar a través de su comida. Te invito a animarte a transitar este hermoso “Tao” como dicen en Japón los maestros de la ceremonia del té. No es el aprendizaje que te hace grande sino el camino, con fracasos y logros, que te llevan a adquirir la sabiduría y los conocimientos necesarios para lograr ser al final un excelente profesional.
Gracias y hasta pronto…
Este artículo forma parte de las prácticas realizadas por los alumnos del Máster en Periodismo de Viajes y Máster en Periodismo Gastronómico de la School of Travel Journalism.