Por Karla Lorenzo.
La isla de Pico toma el nombre de la montaña más alta de la isla, con 2.351 m de altitud. Tiene una superficie de 448 km2 y es parte de las “islas del triángulo”. Los amplios campos de lava que marcan el paisaje de la isla y a los que la población local denomina lajidos o terras de biscoito, fueron declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004.

La isla de Pico, además de su riqueza natural, también ofrece un buen patrimonio gastronómico. En el vasto universo de los quesos gourmet, pocos logran capturar la esencia de un lugar con tanta autenticidad como el Queijo do Pico de las Azores, con DOP Europea desde el 19 de junio de 1998. Los campos verdes y el aire fresco del océano son claves para su elaboración que mantiene la técnica tradicional en la elaboración, incorporando en los últimos años solamente tecnología para la higiene y saneamiento. La producción del Queijo Pico continúa siendo una actividad complementaria a la agricultura, y manejada por la familia, tanto en la fabricación como en la comercialización de los quesos.
También en la isla podemos encontrar el queso Ilha dos Mistérios, donde los campos de lava basáltica son claves para su elaboración. Estos campos están asociados a erupciones presenciadas por las poblaciones desde hace 300 años atrás, quienes designaron como “misterios” a los terrenos rocosos nacidos de la fuerza del fuego, desde el núcleo de la tierra.
Este famoso queso lo elabora desde mayo del 2020 por la Cooperativa Leite Montanha, ubicada en Lajes do Pico, una villa portuguesa en la isla del Pico. Es un queso diferente que se destaca por su color blanco, su cremosidad, destacándose su sabor único. El queso se elabora con leche fresca y pasteurizada de las vacas lecheras criadas en régimen extensivo, que pastan en verdes praderas que rodean el inmenso valle volcánico de la Sierra del Pico.
Es un queso ligeramente picante con una corteza comestible y sabrosa, con una textura entre el blando -amanteigado- y el semiblando. A medida que el queso madura se vuelve más robusto, llegando a presentar notas a champiñones como característica organoléptica. Se recomienda comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor el potencial de sabor. Se armoniza muy bien con frutos secos, mermeladas, y miel.
Armoniza especialmente bien con un vino de postre, como un Oporto o un vino dulce de vendimia tardía. Producido desde finales del siglo XVIII para consumo familiar, la receta tradicional del Queso de Pico se ha ido manteniendo en sucesivas generaciones, llegando a ser uno de los mayores referentes gastronómico de la isla.
Este artículo forma parte de las prácticas realizadas por los alumnos del Máster en Periodismo de Viajes y Máster en Periodismo Gastronómico de la School of Travel Journalism.