Durante el mes de junio de 2025, la School of Travel Journalism dio un paso significativo hacia la internacionalización de su propuesta educativa con la celebración de sus primeras Clases Espejo, una experiencia colaborativa desarrollada junto a la Universidad Espíritu Santo (UEES) de Ecuador. Bajo el eje temático de la presión turística y el turismo sostenible, la actividad se convirtió en un espacio de encuentro, reflexión y producción colectiva entre estudiantes de distintos países, realidades y niveles formativos.

La propuesta constó de tres sesiones virtuales, realizadas los días 2, 9 y 16 de junio a través de la plataforma ZOOM y con apoyo del campus virtual. En la primera clase, los alumnos fueron presentados oficialmente y se abordaron los objetivos de las jornadas, generando un espacio para conocer las distintas trayectorias personales y geográficas. Participaron estudiantes desde Colombia, Puerto Rico, Andorra, España, Brasil, México y Ecuador. A medida que se incorporaban los participantes, se destacó la diversidad cultural como uno de los grandes valores de esta propuesta.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del coordinador académico de STJ, Lic. Edgardo Baigorria, junto a los profesores Jorge Bonilla (STJ) y Kimberly Campos (UEES), quienes posteriormente acompañarían cada una de las sesiones. Desde el inicio, se puso de manifiesto el carácter experimental y colaborativo de la actividad: un primer ejercicio conjunto que nació del deseo de construir puentes educativos entre instituciones, sin barreras geográficas.
El trabajo se organizó en grupos, compuestos por estudiantes de ambas instituciones. En la segunda sesión, celebrada el 9 de junio, se dio paso a una jornada de trabajo exclusivo por grupos, en la que cada equipo avanzó en el desarrollo de su propuesta a partir de una consigna común: analizar críticamente la situación turística de República Dominicana y proponer estrategias sostenibles frente a los efectos de la presión turística.
Los equipos trabajaron de forma asincrónica durante la semana mediante foros, documentos compartidos, videollamadas y grupos de mensajería. Si bien algunos enfrentaron dificultades para coordinarse por diferencias horarias o estilos de comunicación, la mayoría logró producir trabajos de gran valor analítico y propositivo.
En la tercera clase, celebrada el 16 de junio, tuvo lugar la jornada de exposiciones grupales. Cada equipo presentó sus conclusiones ante los profesores y compañeros, destacándose algunas líneas comunes:
- Desconcentración del turismo masivo, con foco en descentralizar el modelo de «sol y playa» y redistribuir el flujo hacia regiones menos explotadas.
- Turismo comunitario como estrategia para empoderar a la población local, integrándola en la cadena de valor turística y visibilizando otras narrativas.
- Críticas al modelo extractivo del «todo incluido», señalando su escasa capacidad de redistribución económica.
- Propuestas de creación de campañas de sensibilización ambiental tanto para visitantes como para residentes.
- Llamado a un periodismo turístico con ética y contexto, capaz de visibilizar tensiones y conflictos sin caer en el discurso promocional.
También se abrió un espacio de reflexión sobre los desafíos que implica el trabajo grupal a distancia entre estudiantes de diferentes instituciones y contextos. Si bien la coordinación remota puede presentar obstáculos como las diferencias horarias, las expectativas diversas o los estilos de comunicación, también representa una oportunidad para ejercitar la empatía, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a nuevos entornos de colaboración. Superar esas barreras iniciales es parte esencial del aprendizaje intercultural y del desarrollo de habilidades profesionales en un mundo cada vez más interconectado.
Las Clases Espejo han sido, sin duda, una experiencia transformadora para nuestra escuela. Agradecemos sinceramente a la Universidad Espíritu Santo de Ecuador por su apertura y compromiso, así como a los docentes y estudiantes que se sumaron con generosidad a esta iniciativa.
Desde la STJ ya estamos trabajando para replicar esta propuesta en los próximos semestres, con universidades de distintos países, tanto en español como en inglés, convencidos de que aprender a narrar el mundo también implica aprender a narrarnos con otros.
Una experiencia que empieza en el aula, pero trasciende fronteras.