Por Raquel Alcalde.
Para esta primera publicación he elegido la clase impartida el pasado lunes por Iosu López sobre planificación y filmación de proyectos de video en el Máster de Periodismo de Viajes. Antes de la sesión, desconocía muchos de los términos y herramientas esenciales para la producción audiovisual. Elegí esta clase por la relación que tiene con mi proyecto, un documental en la Isla de Madeira, en Portugal.

Gracias a la clase, ahora comprendo la importancia de elementos como el moodboard, el storyboard, la shot list, la call sheet, y cómo cada uno de ellos desempeña un papel importante en la organización de un proyecto de video o de un proyecto en general.
Me daba miedo la parte organizativa y la fase de investigación que requiere mi proyecto pero podría decir que los conceptos aprendidos me sirven de base para poder ir planificando mi viaje.
El moodboard por ejemplo es una herramienta visual que ayuda a organizar la inspiración y las referencias estilísticas del proyecto. En mi documental me puede servir para definir la estética visual, colores, tipos de encuadres que utilizaré y el ambiente que quiero transmitir.
A partir de ahora buscaré y reuniré más imágenes de paisajes y senderos y organizar todas esas referencias visuales. Por otro lado, el storyboard me ayudará a visualizar las partes más importantes del documental antes de la filmación.
Un storyboard consiste en plasmar cada escena clave para prever la narrativa visual y detectar posibles problemas en la secuencia de imágenes. Esto será especialmente útil en las rutas de senderismo y en el mercado de Funchal, donde el entorno es el protagonista.
El siguiente concepto es la shot list. Se trata de un documento donde se hace una lista de tomas necesarias, indicando también los tipos de planos, ángulos y los movimientos de cámara. Esta lista sirve para llevar una idea predefinida de lo que se necesita y así optimizar el tiempo de grabación y asegurarse de que no falten tomas esenciales para la edición posterior.
Por último, la call sheet es clave para la organización de los protagonistas del documental. En mi caso, me puede ayudar mucho con las entrevistas ya que en ella se indica la ubicación y horarios. Contar con una me permitirá coordinar entrevistas y gestionar imprevistos.
A pesar de la utilidad de estas herramientas, también soy consciente de que siempre pueden surgir imprevistos que te hagan cambiar algunas de las cosas que ya tenías planeadas.
En el caso de mi proyecto, he elegido el mejor mes climatológicamente para acudir, mayo. Sin embargo, el clima podría cambiar de un momento a otro conociendo las condiciones de la isla. Además, muchas de las tomas serán al aire libre. Es por eso que el clima puede ser uno de mis peores enemigos sobre el terreno.
Otro aspecto a considerar es la espontaneidad de algunas escenas, especialmente en mercados y entornos naturales, donde la planificación debe ser flexible para capturar momentos auténticos.
La clase de Iosu López ha sido fundamental para mejorar mi visión del documental. Antes, mi enfoque era más general y dependía en gran medida de la improvisación, pero ahora entiendo que una planificación detallada es clave para obtener un producto final cohesionado.
A partir de estos aprendizajes, me surge una pregunta: ¿Cómo se puede equilibrar la planificación previa con la flexibilidad necesaria para captar momentos espontáneos en un documental de viaje?