Por Ana Oubiña Cousido.
En un mundo globalizado y cada vez más interconectado es muy difícil hacer algo sin dejar huella. La cuestión está en como podemos tratar de reducir el impacto que vamos a generar. En este debate Maria Del Mar Villalba e Iñaki Makazaga nos compartieron sus experiencias como profesionales en el sector, generando una serie de reflexiones y consejos sobre las buenas prácticas que los periodistas podemos adoptar para minimizar el impacto negativo. ¿Qué responsabilidades tenemos como periodistas? ¿Estaríamos orgullosos de nosotros mismos si miráramos el recorrido de nuestra carrera profesional dentro de diez años y la huella que hemos dejado?

El incremento de la responsabilidad medio ambiental por parte de la ciudadanía y de los medios de comunicación en los últimos años ha sido considerable. Numerosos estudios en el ámbito del calentamiento global, unidos a la proliferación de desastres climáticos son algunos de los aspectos clave que han forzado a los medios de comunicación a propiciar la aparición de la sostenibilidad en los medios. El estilo de vida que elegimos tener, nuestro grado de consumo de bienes y recursos, y los niveles de comodidad que elegimos tienen un impacto sobre las demandas de energía y consecuentemente sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como periodistas responsables con el medio ambiente nuestro objetivo es ser conscientes del problema actual y actuar en consecuencia. Si nuestro trabajo a menudo nos obliga a desplazarnos, hacer un uso adecuado del transporte sin duda influirá positivamente en el entorno. Volar es la forma más rápida de viajar y en muchas ocasiones es el transporte más factible a la hora de alcanzar el destino. Sin embargo existen otras alternativas que podemos combinar a la hora de realizar nuestros desplazamientos.
Japón, por ejemplo, el destino de mi proyecto tiene uno de los sistemas ferroviarios más avanzados del planeta. El sistema está tan bien desarrollado que permite al viajero desplazarse de manera puntual, segura y de forma sostenible por todo el país. Además del transporte, existen otras prácticas que de forma intangible pueden repercutir negativamente al entorno. A menudo, los periodistas buscamos enfocarnos en destinos que están masificados con el fin de crear mucha audiencia con un contenido muy generalizado. Buscar destinos alternativos y fuentes menos conocidas puede ser la clave en nuestro trabajo para diferenciarnos y no provocar demasiados impactos en el entorno.
Una de las ventajas que tiene el periodismo es que podemos influir en
las narrativas y educar a la audiencia sobre las buenas prácticas ambientales. Desde promover la conservación hasta enfatizar en la importancia del respecto por las culturas locales como el Kaiseki o las ceremonias de té que tanto representan la cultura Japonesa. Nuestras palabras pueden ser una herramienta poderosa para fomentar un turismo de una forma más responsable y preservar estas culturas en el tiempo.
Pararnos a reflexionar sobre temas tan importantes como la sostenibilidad medio ambiental hace que surjan cuestiones sobre el objetivo y el impacto de nuestro trabajo. ¿Estamos contribuyendo a la creación de un turismo más consciente, o estamos fomentando modelos de consumo y explotación insostenibles? Promover tradiciones como el Kaiseki o las ceremonias de té responde de manera clara a esta pregunta. El objetivo principal del proyecto es promover la cocina regional, con la demostración de los productos y sabores locales. La experiencia Kaiseki también se sirve en los Ryokan (establecimientos tradicionales). Por lo que genera una amplia información y conexión con la fomentación de lo local y lo rural.
La experiencia Kaiseki comienza antes incluso de empezar a comer, con el decorado tradicional de los restaurantes. Aunque los platos y el
orden pueda variar dependiendo de la región en la que nos encontremos, los ingredientes son siempre de temporada. Los platos se presentan como obras de arte, sobre platos de cerámica y laca fina, y se decoran con motivos estacionales. Lo que cuadra perfectamente con el concepto de práctica de periodismo sostenible.
Aunque puede ser difícil evitar completamente dejar huella en un mundo tan interconectado, tomar decisiones conscientes y responsables puede reducir significativamente el impacto negativo. La clave está en cuestionarnos continuamente como podemos mejorar nuestras prácticas como periodistas.