Por Jessica Salas.
Mi inquietud comenzó hace más de un año, cuando me apareció por primera vez una publicidad del Máster en Gastronomía de la #STJ. Aunque me llamó mucho la atención, en ese momento tenía otros planes de estudio, y además dudaba si esta escuela era realmente confiable. No pedí más información por miedo a ser engañada. Ignoré el anuncio durante meses… pero algo ya no me dejaba tranquila.

Se me había metido por los ojos, y mis ganas de seguir aprendiendo me llevaron a prometerme que si volvía a ver ese anuncio, esta vez me pondría en contacto. Y así fue: el destino (o el algoritmo) cumplió, y yo también.
Cuando finalmente recibí toda la información, mi inquietud creció aún más. No tomé la decisión de inmediato. Tenía muchas dudas, pero también un deseo profundo de entender lo que día a día cocino desde una mirada más amplia. Me gusta viajar, conversar, dejar huella en los lugares que visito y, por supuesto, cocinar. Todos esos ingredientes se alinearon y me empujaron, al fin, a decidirme. No fue fácil. Tenía otros compromisos laborales y académicos. Pero cuando compartí mi inquietud con mi esposo —una idea que llevaba tiempo rondando en mi cabeza— fue como una chispa: congelamos todo. Dos días antes de que comenzara el máster, él inició mi inscripción, y el 1 de octubre de 2024, justo el primer día, se realizó el pago. Yo inicié las clases… bajo los efectos de una anestesia (literal), sin entender nada en ese momento. Estaba en blanco, escuchando a mis compañeros y pensando: ¿qué hago aquí? Solo a mí se me ocurre iniciar un nuevo desafío sin haberlo procesado bien.
Pero soy de las que no tira la toalla fácilmente. Decidí comprometerme conmigo misma, con el máster y, sobre todo, con los profesores que con tanta entrega comparten su conocimiento y su tiempo. El gran reto empezó al organizar mis ideas y darme cuenta de que la oportunidad estaba ahí: cada tarde, frente al ordenador, escuchando a docentes que hablaban de Introducción al Periodismo Gastronómico, Creación de contenido, Gestión en gastronomía, Estrategias digitales, Redes sociales, Exploración cultural, Metodología de investigación, Técnicas periodísticas, Turismo, Marketing, y más. Una increíble variedad de temas reales y actuales.
Un máster que prepara a estudiantes como yo (y como tú) para dejar huella y construir memoria gastronómica con responsabilidad y sentido. Hoy estoy desarrollando mi TFM y me llena de emoción haber entrevistado a tantas personas humildes que quieren ser escuchadas. No solo compartieron sus historias y frustraciones, también sus esfuerzos por trabajar la tierra, sostener a sus familias y preservar sus tradiciones.
Este máster ha sido una experiencia transformadora. Después de estudiar cada asignatura, he aprendido a mirar con otros ojos la historia que hay detrás de cada plato típico. Ahora escucho la voz interna que hay en la comida. Los ingredientes ya no son solo sabores: son territorio, viaje, entrevista, crónica, proyecto y cultura. Porque cada receta encierra identidad, tierra, familia, tradición y lucha colectiva.
A quienes aún dudan en estudiar este máster, les digo: no tengan miedo. Escuchen, caminen y pregunten. La cocina habla, pero hay que saber escucharla. Ser periodista gastronómico no es solo viajar y tomar fotos de lo que se come. Es saber caminar, observar, escuchar y dialogar con los maestros ocultos de la tradición. Yo nunca imaginé que terminaría entrevistando a pescadores en una isla o recogiendo historias en cocinas de leña. Tampoco que entraría en territorios incómodos con tal de traer una historia auténtica.
Aprendí que detrás de cada ingrediente hay una historia que merece ser contada con respeto. Que un periodista gastronómico no solo describe sabores: interpreta mundos. Por eso, y por mucho más, valió la pena haber congelado otros objetivos para darle paso al Máster en Periodismo Gastronómico de la #STJ.
Gracias a cada voz que dejó una huella en mí y me enseñó a ver la gastronomía como nunca antes.
Miro atrás con gratitud, y hacia adelante, con fuego en el corazón.
Este artículo forma parte de las prácticas realizadas por los alumnos del Máster en Periodismo de Viajes y Máster en Periodismo Gastronómico de la School of Travel Journalism.
Felicidades Jessica por ser una mujer comprometida con tus metas. Excelente trabajo.