Hablar de gastronomía es hablar de mucho más que cocina. Detrás de cada plato hay ingredientes, historias, tradiciones, técnicas y emociones. Por eso, quienes la comunican juegan un papel crucial en cómo entendemos y valoramos la comida.
Pero muchas veces se confunden dos figuras clave del mundo culinario: el periodista gastronómico y el crítico gastronómico. ¿Hacen lo mismo? ¿Tienen la misma intención al escribir? No. Y entender la diferencia es fundamental tanto si quieres dedicarte a esta profesión como si consumes este tipo de contenidos.

El periodista gastronómico: informar, narrar, conectar
En qué se enfoca
Su rol principal es informar sobre el universo gastronómico, cubriendo tendencias, historias, novedades, productos, chefs, ferias, culturas culinarias o movimientos emergentes.
No se centra en calificar o juzgar: su mirada es amplia, curiosa y educativa.
Cómo escribe
Suele utilizar un estilo narrativo, cercano y accesible. Escribe crónicas, entrevistas, perfiles y reportajes. Su objetivo es llevar al lector de viaje a través de las palabras: por la cocina de una abuela, el mercado de una ciudad, o los ingredientes que definen una región.
A quién se dirige
A un público amplio: desde entusiastas de la gastronomía hasta viajeros y lectores interesados en entender el mundo a través de la comida.
Qué investiga
- Tendencias gastronómicas locales e internacionales
- Sustentabilidad alimentaria
- Innovaciones tecnológicas en cocina
- Cultura e historia de los alimentos
Cómo trabaja
Puede colaborar con marcas o productores, siempre dejando claro el límite entre publicidad e información editorial. Su independencia y credibilidad son clave.
El crítico gastronómico: analizar, juzgar, orientar
En qué se enfoca
Su función es evaluar la calidad de una experiencia culinaria. Visita restaurantes y emite opiniones sobre la comida, el servicio, la ambientación, el precio, etc.
Su mirada es más exigente y técnica. No busca narrar: busca valorar.
Cómo escribe
Redacta reseñas y columnas breves, con un estilo más directo, preciso y analítico. Tiene una voz fuerte, bien fundamentada, muchas veces cargada de autoridad.
A quién se dirige
A lectores que buscan una opinión experta antes de decidir si ir a un lugar, probar un plato o pagar por una experiencia.
Qué lo respalda
- Formación en gastronomía o experiencia profesional como chef
- Conocimiento profundo de técnicas, ingredientes, maridajes y estándares de calidad
- Capacidad de análisis sensorial agudo
Cómo trabaja
Suele hacer sus visitas de forma anónima para no recibir un trato especial. Eso le permite juzgar como lo haría cualquier cliente. Su crítica puede influir mucho en la reputación de un restaurante.
¿Por qué es importante diferenciarlos?
Ambos profesionales escriben sobre gastronomía, pero sus intenciones, estilos y enfoques son distintos:
Periodista Gastronómico | Crítico Gastronómico |
---|---|
Narra, informa y contextualiza | Evalúa y juzga con rigor técnico |
Busca mostrar la cultura y el contexto | Busca medir la calidad de la experiencia |
Tono descriptivo y accesible | Tono analítico y argumentado |
Público amplio y curioso | Público que busca orientación experta |
Entonces, ¿cuál es mejor?
Ninguno. Ambos son necesarios y aportan valor desde lugares distintos.
El periodista gastronómico te invita a conocer, el crítico te ayuda a elegir.
Uno te da herramientas para apreciar mejor lo que comes, el otro te dice si vale la pena comerlo.
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