
LA RESPUESTA ESTABA EN CASA
Tras meses buscando historias en rincones remotos del planeta, Mireia Merino descubrió que no hacía falta cruzar fronteras para encontrar grandes relatos: bastaba mirar a su alrededor. A veces, el periodismo más valioso surge del dolor cercano, de lo cotidiano convertido en tragedia, y de esas voces silenciadas que esperan ser escuchadas.