Por Ismael Acosta.
Son muchos los factores que están llevando al clima del planeta al colapso: Exceso de CO2, malas prácticas del ser humano, sobreexplotación de los recursos… pero también son muchas las leyes que intentan proteger el medio ambiente sin que estas estén dando resultado.
El Master en Periodismo de Viajes siempre ha sido una profesión que ha dejado huella en los ecosistemas del mundo, ya que siempre ha implicado desplazamientos constantes alrededor del mundo en medios de transporte contaminantes como el avión, el coche, barcos… pero, a su vez, es una profesión que ha enseñado al mundo la fragilidad del mundo y de culturas, ajenas a las nuestras, que sufren los cambios que, por acción del hombre, están sufriendo en su vida diaria.

A causa del cambio climático, el mundo está experimentando grandes cambios en lugares tan distantes entre si como los Glaciares en Los Andes o El Himalaya, reduciendo considerablemente el flujo de agua potable para personas, flora y fauna que dependen de ese recurso para su supervivencia. Etiopía se enfrenta a la mayor sequía de los últimos 30 años, debido a la falta de lluvias provocados por el cambio climático. Estos son solo dos ejemplos, de los miles que hay, de las consecuencias para la vida que la huella del ser humano está dejando en los ecosistemas del mundo. Una cadena frágil conectada
entre si que está viendo como sus ciclos normales de vida se están viendo alterados por la acción del hombre.
Toda actividad económica de masas contribuye a la desestabilización de estos ciclos naturales y el turismo de masas no es una excepción. Hace años que las autoridades locales en distintas partes del mundo están tomando cartas en el asunto para controlar y proteger ciertas áreas del planeta. La playa de Maya Bay, en Tailandia, cerró al público en 2008. La destrucción del 80% del coral debido al daño ambiental causado por el exceso de turistas, llevó a las autoridades tailandesas a tomar una decisión radical, por tiempo indefinido, hasta que los corales y la costa se recuperaran al 100%.
Por otro lado, ciudades como Venecia están poniendo coto al turismo de masas con la prohibición de cruceros y con el pago de una tasa diaria por visitante, para disuadir y reducir el número de visitantes que recibe la ciudad diariamente. En este caso, no solo el ecosistema de la laguna se enfrenta a las consecuencias del turismo de masas. Debido al incesante movimiento de las olas, causados por góndolas y vaporettos, muchos de los monumentos históricos de la ciudad están sufriendo daños en sus estructuras.
¿Cómo puede ayudar la industria turística a reducir la huella de carbono?
Son muchas las iniciativas que han surgido alrededor del mundo. Costa Rica, país pionero en ecoturismo, lleva décadas luchando por crear un modelo que une economía y sostenibilidad. Promover el ecoturismo y el turismo sostenible en la población local ha sido fundamental para el desarrollo de un modelo económico en el que parte de la población ha podido participar. La protección de la biodiversidad del país es transmitida directamente por sus habitantes que educan a los visitantes para que respeten los espacios naturales y desarrollen un modelo sostenible que puedan adaptar en sus propias comunidades.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la industria turística representa alrededor del 8% de las emisiones globales de efecto invernadero.
Aunque el periodista de viaje genere una huella de carbono importante, su trabajo es fundamental para concienciar a la humanidad de la importancia y el deber que tenemos de cuidar y proteger nuestro entorno para que futuras generaciones crezcan y disfruten de los recursos naturales y animales, necesarios para la vida.